AlUla es, sin lugar a dudas, el sitio más impresionante que he visitado en la faz de la Tierra. No solo demuestra la capacidad humana, sino que también revela la rica herencia cultural de Arabia Saudita. Experimentar cómo el pasado se conecta con el presente y el futuro, y vivir de primera mano una cordialidad que no había experimentado ni en Latinoamérica ni en Europa, sino en esta región del Medio Oriente, abre la mente a un sinfín de experiencias que nos invitan a reflexionar sobre la importancia de adaptarnos a nuestro tiempo, respetando simultáneamente las costumbres y tradiciones de otras tierras, enriqueciendo y explorando a través del encuentro.
A continuación, evaluaremos los elementos culturales, de innovación y humanos que han hecho posible lo que hoy podemos encontrar en AlUla y las razones por las cuales probablemente se convertirá en el destino más cotizado del Medio Oriente en tiempo récord.
Cultura
La cultura no solo es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales que caracterizan a un grupo social, sino también su relación con el pasado y cómo este respeto puede impulsarnos hacia el futuro, heredando lo que más nos importa generación tras generación. Por esta razón, cuando nos adentramos a conocer otros países, descubrimos su esencia desde una perspectiva no local.
En este sentido, AlUla, desde que llegas al aeropuerto, es un conjunto de aromas, sabores y sensaciones que, con el impulso de la innovación, nos permite experimentar cómo se vivía hace miles de años. La geometría y las formas que vamos descubriendo terminan siendo una mezcla impresionante donde se aprecia la capacidad del ingenio humano desde tiempos inmemoriales.
AlUla está situada en la histórica ruta del incienso, una serie de rutas comerciales que recorrían Egipto y la India, pasando por Arabia Saudita. Aquí podemos encontrar las ruinas de Hegra, el primer sitio de Arabia Saudita declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que ha sido habitado durante un increíble lapso de 12,000 años, convirtiéndose en una joya para la arqueología y uno de los lugares que el Reino de Arabia Saudita se ha enfocado en mostrar al mundo.
Hegra fue construida entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. Esta antigua ciudad alberga una impresionante necrópolis con tumbas excavadas en piedra arenisca en medio del paisaje desértico del noroeste de Arabia Saudita. En términos históricos, Petra, el famoso yacimiento de Jordania, fue la capital del pueblo nabateo, mientras que Hegra fue el puesto avanzado del reino en el sur, lo que le confiere su esplendor y atrae a todos los que la visitan a querer explorarla más.
Innovación
La innovación implica introducir novedades a elementos y procesos ya existentes o implementar formas y elementos totalmente nuevos. Un icono de la innovación, tanto en su época como hoy en día, podemos considerar a AlUla, donde en el desierto hace mucho tiempo llegó la innovación histórica, ajustada a las exigencias geográficas que implica el desierto.
En el corazón del árido desierto de Arabia Saudita, donde el calor abrasador y la escasez de agua parecen imposibilitar la vida, se encuentra un oasis que ha desafiado las inclemencias del entorno: AlUla. Ubicado entre las estribaciones de las montañas Hijaz, este valle alberga un refugio de vida que ha permitido el desarrollo de comunidades y civilizaciones a lo largo de miles de años.
Estos pioneros, que vivían un estilo de vida nómada de cazadores-recolectores, se encontraron con un oasis que ofrecía no solo agua potable, sino también suelos fértiles. Esta abundancia permitió el desarrollo de la agricultura de regadío, transformando AlUla en un oasis productivo.
Con el tiempo, AlUla trascendió su rol de abrevadero para convertirse en un centro de comercio crucial. Las caravanas que transportaban incienso, especias y otros bienes de lujo desde el sur de Arabia dependían del oasis para obtener agua y provisiones, impulsando el crecimiento económico y cultural de la región.
La agricultura, sin embargo, fue el motor fundamental del desarrollo de AlUla. Su capacidad para sustentar una población creciente permitió el surgimiento de reinos poderosos como los dadanitas, los lihyanitas y, más tarde, los nabateos. Estos reinos prosperaron gracias a su dominio de la gestión del agua, maximizando su uso para la agricultura y el consumo humano. AlUla es un testimonio de la capacidad humana para adaptarse y prosperar incluso en los entornos más hostiles. Su historia nos recuerda la importancia del agua como fuente de vida y el papel fundamental de la agricultura en el desarrollo de las civilizaciones.
Hoy en día, la innovación sigue presente en un entorno cálido y turístico que permite a quienes deseen descubrir nuevas experiencias experimentar cómo era el estilo de vida de los primeros habitantes de la zona, pero con las oportunidades que las nuevas tecnologías ofrecen para todos.
Entre estas vivencias, podemos mencionar Old Town, donde se puede vivir una experiencia gastronómica, sensorial y cultural al recorrerla. La música de fondo, la gente amable caminando, como familias y amigos, permiten conectarse desde el presente al principio de los tiempos. En una de las zonas más seguras del mundo, no es de extrañar que la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas le haya otorgado el premio como Mejor Pueblo Turístico.
Con respecto a las estadías, resulta interesante ver cómo se integra la cultura y la sustentabilidad para ofrecer una experiencia mucho más elevada. Por experiencia propia, los hoteles Habitas y Cloud 7 superan cualquier otra experiencia similar, con estándares de calidad muy altos.
Cordialidad
Siempre suelo recordar, cuando hablo de innovación, la reflexión de la académica Paz Gómez, quien afirma que para innovar hay que tener la actitud adecuada. Eso, en pocas palabras, fue lo que experimenté en Arabia Saudita. Desde Riad, cuando te encuentras con el Distrito Financiero o con el distrito digital, o simplemente caminando por sus calles e interactuando con sus habitantes, lo que se encuentra es una cordialidad que difícilmente se puede experimentar en Occidente hoy en día. Esta hospitalidad invita a todos los que visitan el país a regresar.
No creo que el éxito se trate de tener las torres más altas, los centros comerciales más grandes o los aeropuertos más extensos. Se trata más bien de cómo salvaguardar y proteger la cultura mientras se fomenta la innovación. Y para eso, la cordialidad que se vive en el país permite soñar con un futuro sin el temor de que tantos cambios puedan hacer que perdamos de vista quiénes somos.
El turismo, la cultura y la innovación se encuentran en cada rincón de AlUla, y se percibe claramente el potencial que posee el país para, en armonía con el ambiente, transformar la realidad y llevar a la humanidad hacia el futuro, como lo plantea la Saudi Vision 2030.
* Anderson Noel Riverol es Co-autor de 4 libros, Investigador en temas de innovación, Egresado de la Universidad Simón Bolívar en Comercio Exterior, Diplomado en Petróleo, Diplomado en Asuntos públicos del IESA, Diplomado en Gobernabilidad.
